domingo, 10 de octubre de 2010

De Santibañez de Vidriales...La calva

LA CALVA

Origen:
Todo parece indicar que el nombre de “calva” procede del espacio donde originalmente se practicaba el juego. Según el DRAE, Calva: “Sitio en los sembrados, plantíos y arbolados donde falta la vegetación correspondiente”.
El mejor sitio para lanzar un objeto, una piedra, contra otro objeto, un cuerno colocado a distancia proporcionada, sin nada que obstaculice la ejecución del juego.

Tiene raíces pastoriles y netamente castellano-leonesas, siendo León, Salamanca y Zamora las provincias donde hay más afición. Hay quien dice que éste juego lo practicaban los pastores desde la época de La Mesta o trashumancia del ganado lanar, aunque no se puede precisar muy bien.

Sobre todo se jugaba en las fiestas de primavera y de otoño, épocas en que los pastores se hallaban con sus ganados en las dehesas y las labores del campo no eran tan apremiantes. Se concertaban partidos con los mozos del lugar. Los pastores tenían fama de buenos calveros y la mayoría de las veces era justa, es de suponer que algunas veces perdían, ya que, se dice que en deporte el público es un jugador más del equipo local y, en este caso, ni que decir tiene que la preferencia era a favor de los contendientes de la localidad.

Hasta los años 1960-1970, el juego se practicaba en las plazas y eras. La práctica del juego requería que hiciese buen tiempo. Se comenzaba en abril y se alargaba hasta el inicio de las labores del verano. Era el domingo el día del juego, pero también las fiestas de los meses de primavera y verano: San Isidro, San Juan, San Pedro, Ascensión, Corpus, Santiago, Nuestra Señora.
Pasado el verano su práctica decaía, y solamente, si las condiciones meteorológicas lo permitían, se podía jugar en algún domingo o fiesta del otoño.
Actualmente, la afición ha decaído considerablemente, hasta el punto que, en algunos pueblos, no se celebran partidas de calva.

Descripción del juego:
El juego consiste en lanzar el morrillo (una piedra o canto rodado de río muy dura, que se halla en las cuencas y márgenes de los ríos) desde una distancia aproximada de 14-16 pasos, en algunos lugares llega hasta los 18 pasos, unos 15 a 16 metros, intentando golpear directamente la `calva' (pieza de madera que se coloca en el suelo sobre su base o zapata), ganando el jugador que mayor numero de veces la golpee a igual numero de lanzamientos.

Solo se consideran calvas válidas o buenas cuando el morrillo pega en cualquiera de los dos lados de la calva sin tocar en el suelo.

Equipo necesario:
La calva: Es una rama de árbol, generalmente de encina o roble, aunque antiguamente fuera un cuerno, de una sola pieza con dos brazos que forman un ángulo entre 110º y 120º, cuanto más próximo en ángulo recto la calva es más alta, y más baja cuando es lo contrario, se denominan `zapata' la parte que apoya en el suelo y `alzada' la parte superior. La longitud de la zapata oscila entre 25 y 30 centímetros y la alzada entre 20 y 25 centímetros.

Los lados de la calva son dos paralelepípedos rectangulares, de 5-6 de ancho y 4-5 de grosor, por término medio.

El morrillo: Es la pieza que se lanza sobre la calva. Actualmente, en algunos pueblos, es de hierro, aunque tradicionalmente fuera de piedra. Posee forma cuasi-cilíndrica, de peso y dimensiones conforme a los gustos y posibilidades de cada jugador, según sus fuerzas, suelen pesar entre 1 y 2 Kg, tiene 20 a 25 centímetros de longitud y entre 5 y 7 de diámetro.
Cada jugador tiene varios, puede cambiarse cuantas veces quiera durante la partida.
El "morrillo" se lanza en horizontal. Hay casos en los que "de cara a la galería" o como "exhibición" se lanzaba en vertical.

Número de participantes:
Este juego se puede jugar tanto individualmente, un mano a mano entre dos jugadores, como por equipos de dos, tres o cuatro jugadores.

Reglas:
Debe haber un juez o arbitro, generalmente no participa en el juego, pero a veces uno de los jugadores es nombrado con el acuerdo de ambos equipos y tiene por misión lo siguiente:

Medir los pasos en línea recta y sentido longitudinal de la calva, que es la distancia mínima que debe mediar entre el extremo base de la calva y el punto desde donde han de lanzar el morrillo.

En el punto señalado por los pasos, el juez traza una línea recta transversal y los jugadores pueden tirar el morrillo, por la derecha o la izquierda de la calva pero siempre por detrás de la raya. El sentido de tiro puede combinarse, en conformidad de los jugadores, durante la partida.

Realizar el sorteo de cuál de los dos equipos es el que haga la primera tirada del morrillo para comenzar la partida. Es habitual lanzar una moneda al aire.

Anotar un punto cuando el morrillo impacte con la calva, sin tocar el suelo.

Colocar la calva derribada por los jugadores; tiene que hacerlo siempre en el mismo sitio.

El juez contabiliza las calvas buenas de cada equipo y él mismo o un apuntador, persona también elegida por ambos equipos, apunta los tantos conseguidos para cada equipo.

Cuando uno de los equipos consigue la penúltima calva del juego tiene que decirlo en voz alta, indicando, a la vez, el número de ellas que tiene el equipo contrario. A esto se llama en término calveril "cantar la jugada".

Al juego acompañaban expresiones tales como: "¡Buena va! ". O cuando el jugador que lanzaba estaba seguro de que daba calva, hostigaba al contrario con: "¡Mira a ver!" Las palabras que utilizaban los jueces para cantar el lanzamiento fallido se denominaban: corta, larga, dudosa.

Casi siempre se juega bebida o comida, pocas veces dinero; algunas veces las bebidas suelen consumirse durante la partida y las comidas al término de la misma. Puede jugarse a repartir y, entonces, el equipo ganador, reparte el premio entre los jugadores, a partes iguales.

Las partidas se conciertan a un determinado número de tiradas, que pueden ser finalistas o pueden ser por eliminatorias, dependiendo del número de participantes en el juego.
Si la partida es por eliminatorias, éstas se componen de 4 juegos. Cada juego se termina y gana el equipo que haga primero 9 calvas.
Si la partida es finalista el juego es de 21 y otras veces a dos vueltas de 15 calvas.

La partida empieza colocando el juez la calva en su sitio y lanza el morrillo el primer jugador del equipo que, en suerte, le correspondió ser el primero en lanzar; si este jugador logra calva válida, tira el segundo jugador de su mismo equipo, si éste hace lo mismo, tira el tercero y así correlativamente, hasta que alguno de ellos falla y, entonces, empiezan a lanzar el jugador primero del equipo contrario, siguiendo las mismas normas que el anterior.
Terminado un juego, empieza el juego siguiente el equipo que perdió el anterior. Cuando el equipo que inició un juego lo pierde, se dice que perdió la mano.
Será ganador el equipo que logre primero las partidas, los juegos o las calvas concertadas. Cuando empatan a partidas, juegos o calvas, suelen acordar el desempate a un número determinado de calvas.

Variantes:
En la primera calva de la partida se coloca la calva con el ángulo abierto hacia la dirección de los jugadores, en esta posición, de ángulo abierto, su valor es uno.
Al empezar el segundo juego y siguientes de la partida, la calva se pone con el ángulo cerrado en dirección de los jugadores; en esta posición se llama "burro" y su valor es de 2 puntos.

Se consideran calvas válidas o buenas:
1º Cuando el morrillo pega todo él en cualquiera de los dos lados de la calva sin tocar en el suelo.

2º Cuando más de la mitad del morrillo pega en cualquiera de los lados de la calva antes de pegar en el suelo.

3º Cuando el morrillo pega en el lado superior de la calva y la tumba antes de tocar en el suelo, aunque sea menos de la mitad del morrillo. Entonces llaman calvas de "orejera".

Son calvas malas las que el morrillo pega antes en el suelo que en ella y las que pegando a la calva, toca a la vez más de la mitad del morrillo en el suelo.

 
 
© Feliciano B.A. (Septiembre de 2010)